En este mes de verano anticipado, un mes de mayo donde confluyen efemérides que celebran los nacimientos de grandes figuras literarias como Benito Pérez Galdós, Almudena Grandes, Francisco Umbral... o se rememoran las muertes de Emilia Pardo Bazán, Góngora o Juan Ramón Jiménez (entre muchas otras), la biblioteca acogerá un encuentro con una autora, una charla taller con la ilustradora y diseñadora Celia Conejero, que ha tenido la gran amabilidad de venir a estar con parte de nuestro alumnado dos días durante el mes de mayo, con ella conoceremos el proceso de investigación y creativo que le lleva a hacer ilustraciones, calendarios, carteles y libros tan hermosos como los que podéis encontrar en la página web de su estudio de diseño: Mandarinaestudio, aquí debajo tenéis el enlace:
Enlace a la web de mandarina estudio
Además, la biblioteca este mes es testigo silencioso, aunque resuenen en sus paredes todavía las voces de aquellos y aquellas que durante 6 años se encargaron de colocarla, mimarla, hacerle compañía en los recreos y en muchas otras horas y de promocionarla; como una madre que les ha acompañado y les ha dado cobijo, con ese silencio encogido de quien sabe que debe dejar partir, ella les mira orgullosa de lo que su ingente sabiduría ha podido aportarles y por supuesto, ni ellos son los mismos, ni esta biblioteca es la misma desde que ellos la revolvieron hace seis años, ahora es más grande, tiene más conocimiento, ha aprendido a comunicarse mejor y todo gracias a este pequeño grupo de ahora grandes lectores.
La Biblikiteca va a llevarlos siempre con ella, y esperamos que ellos la lleven también, y vuelvan alguna vez para seguir haciéndola más grande, para compartir con los estudiantes sus experiencias y hacer más grande el espíritu que en ella habita.
El fragmento literario que he elegido para este mes de mayo no podía ir mejor, es parte del libro infantil, Vamos de Paseo, que Celia Conejero co-escribió e ilustró junto con Carlos Pérez, en el que lo cotidiano se convierte en fantasía, y en el que el pequeño Martín transmite la ilusión e inspiración para crearlo. Porque como la autora dice, tanto Martín, como en este caso, estos polluelos que van a abandonar el nido, deben recordar que “incluso cuando crezcan, debemos mantener viva la imaginación para ver el mundo con ojos despiertos y poder aprender eternamente”.
Y así comienza el libro:
“Vamos de paseo, lo peor es tener que ponerse los zapatos. Y abrocharse tantos botones. Y subir tantas cremalleras.
El paseo es una aventura (...) (Mamá) no sabe cuántas cosas maravillosas hay que ver y con las que podemos disfrutar. “
Otro grupo de esta familia que es el centro se va de paseo, se ha preparado a conciencia y está listo para emprender un camino donde nunca debe olvidar que lo importante es eso, el camino, y que debe disfrutar cada paso y cada piedra del mismo, porque todo nos enseña.
Bibliki os echará de menos.